Han sido expertos españoles, miembros de la agencia pública de investigación CSIC, los que han hallado el punto exacto donde fue apuñalado Julio César, justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo de Roma mientras presidía la reunión del Senado.
Después de laboriosas investigaciones en la Ciudad Eterna, los científicos españoles acaban de añadir un punto más en la larga lista de lugares que visitar en Roma, sobre todo para los amantes de la historia.
Sabemos por varios textos antiguos cómo fue el asesinato de Julio César, ocurrido en el año 44 a.C con todo lujo de detalles. Un complot de un grupo de senadores para eliminar al general, un intento desesperado e infructuoso de detener la decadencia de la República e impedir la dictadura personalista de César. Los resultados fueron muy diferentes a los que se perseguían con este magnicidio: la formación del segundo triunvirato y en el estallido final de las guerras civiles.
Han pasado dos mil años y ahora un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado ubicar el punto donde cayó asesinado César. Y la clave ha sido una estructura de hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto que Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, mandó levantar en su recuerdo.
Actualmente, los restos de la vieja Curia de Pompeyo se hallan bajo el suelo del área arqueológica de Torre Argentina, en pleno centro histórico de la capital italiana, donde los investigadores estudian de forma paralela los restos del Pórtico de las Cien Columnas (Hecatostylon).
Es fascinante saber que miles de personas toman hoy el autobús o el tranvía justo al lado de donde hace exactamente 2.056 años fue apuñalado Julio César. Apúntalo para tu próximo viaje a Roma.