Cuando te dispongas a visitar los Museos Vaticanos debes tener en cuenta una serie de aspectos. Ten en cuenta que no solo estás visitando una atracción turística, sino que además pisas un estado soberano con sus propias normas y leyes, y por último, aunque no menos importante, el Vaticano es el epicentro de la religión católica. Por eso es importante prestar atención a estos consejos para tu visita.
En primer lugar debes saber que está prohibido entrar al recinto con bebidas alcohólicas. En el guardarropa podremos dejar comida y bebidas de cualquier tipo. Lo mismo pasa con bolsos, mochilas y paraguas. También cuchillos, tijeras y herramientas metálicas de distintos tipos que, dentro de los Museos, podrían constituir peligro para las personas o para las obras expuestas.
Como es lógico está absolutamente prohibido tocar las obras de arte. Ten en cuenta que todas las obras y los lugares de los Museos Vaticanos están protegidos por dispositivos electrónicos de alarma.
Se trata de una cuestión de sentido común: hay que preservar estos tesoros del arte. Se permite fotografiar y filmar los objetos expuestos siempre que no se emplee el flash. Para la utilización de trípodes o equipamientos profesionales hace falta pedir el permiso a la Dirección de los Museos Vaticanos. Sólo hay una excepción: en la Capilla Sixtina está prohibido fotografiar y filmar.
Una de los aspectos más controvertidos es el del vestuario adecuado para acceder a los Museos Vaticanos, a la Capilla Sixtina, a los Jardines Vaticanos y a la Basílica de San Pedro. Las normas dicen, no sin cierta ambigüedad, que sólo será permitido el acceso a los visitantes vestidos con decoro.
¿Qué significa esto? Suponemos que dependerá un poco del criterio y el celo del vigilante de turno, aunque en líneas generales podemos decir que está prohibido llevar prendas sin mangas, pantalones cortos, minifaldas, gorras, etc. Ve con cuidado con este tema porque en verano en Roma hace un calor espantoso y si vas muy ligero de ropa te puedes quedar sin entrar.