Como ya hicimos con La Dolce Vita hoy volvemos a recorrer Roma de la mano de otra gran película, una mucha más reciente. Se trata de «La Grande Bellezza», dirigida por Paolo Sorrentino y ganadora del Oscar a la mejor película extranjera, un film que muestra una cara muy poco conocida de la Ciudad Eterna.
Paseamos pues por una Roma enigmática e inquietante que huye de los monumentos famosos y tópicos más comunes de la ciudad para descubrir al espectador nuevos escenarios que para nada abundan en la típica postal de la capital italiana, artística, ruidosa, bella y caótica.
La Roma de Sorrentino es sorprendentemente pulcra y ordenada y en la que aparecen imágenes tan poco usuales como una Plaza Navona completamente vacía, libre de turistas y de tráfico. Pero este es solo uno de los pocos escenarios típicos que encontramos. Sorrentino prefiere trasladar al espectador a lugares como el Jardín de los Naranjos del Aventino donde se encuentra la cerradura de los portones de la Orden de los Caballeros de Malta y que permiten contemplar únicamente la Basílica de San Pedro.
El espectador reconocerá en cambio la fuente Paola del Gianicolo sobre el barrio Trastevere, a orillas del río Tíber o los fabulosos edificios del barrio EUR, levantado en la época de Mussolini en los años 40 con ocasión de la Exposición Universal.
En definitiva, una visión de Roma para la que el ayuntamiento de la ciudad tiene previsto organizar un recorrido turístico. Un paseo por todos los lugares filmados por Sorrentino en «La Grande Bellezza».