Palacio Barberini

La Plaza Barberini está presidida por la magnífica fachada de uno de los edificios barrocos más importantes de Roma: el Palacio Barberini, construido en el siglo XVII y en el que se encuentra la sede principal de la Galería Nacional de Arte Antiguo.

Cuando en el año 1623 Maffeo Barberini fue designado Papa, pasándose a llamar Urbano VIII,  ordenó la construcción de un gran palacio que superara en lujo y grandiosidad al resto de grandes residencias romanas. El elegido para convertir en realidad sus deseos fue el arquitecto Carlo Maderno, aunque los trabajos fueron finalizados por Gian Lorenzo Bernini, autor también de las dos bellas fuentes que decoran la plaza, la del Tritón y la de las Abejas.

A Bernini debemos la factura de la escalinata así como de la bella fachada del pórtico, coronado por una doble galería cerrada y flanqueada por vistosas ventanas. Los valiosos y delicados frescos que ornamentan lso muros interiores son obra de Pietro da Cortona.

Galería Nacional de Arte Antiguo

En 1949 la Republica italiana compró el palacio para ubicar en él la sede principal de la Galería Nacional de Arte Antiguo. Desde entonces, sus grandes y elegantes salas han recibido casi 1.500 obras pictóricas y escultóricas de los grandes maestros del Renacimiento y el Barroco: Filippo Lippi, Tintoretto, Rafael, Tiziano, El Greco, Caravaggio o Hans Holbein son algunos de los más destacados nombres de la lista de artistas cuyas obras se conservan y exponen en el Palacio Barberini.

Ahora más que nunca es especialmente recomendable visitar el Palacio Barberini ya que, a principios de 2012, concluyeron los largos trabajos de rehabilitación de las salas interiores del edificio, que vuelven a lucir con orgullo sus tesoros artísticos en un escenario arquitectónico de singular belleza.

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