La Fontana di Trevi no es solo uno de los grandes símbolos de Roma sino también la reina entre las numerosas y bellas fuentes barrocas de la ciudad. Visitarla es un rito inevitable que todo viajero debe cumplir, arrojando una moneda al agua de espaldas, lo cual nos asegura un feliz retorno a la Ciudad Eterna algún día.
La visita a la fuente ya valdría la pena aunque solo fuera para contemplar la belleza de esta magistral obra de Nicolo Salvi. En ella aparece Neptuno, dios del mar en el centro de la composición. A sus lados, dos tritones tratando de domar a sendos caballos de mar. Un hermoso espectáculo de arte, fino mármol blanco y agua.
El nombre de Trevi deriva del italiano Tre Vie (tres vías), ya que en su tiempo esta fuente se erigió en un importante cruce de calles de la ciudad, aunque su popularidad deriva de la mítica película de Federico Fellini de 1960: La Dolce Vita. En una de sus escenas más conocidas, Anita Ekberg y Marcello Mastroianni se dan un baño nocturno en sus aguas, algo que por cierto está estrictamente prohibido.
La tradición de lanzar la moneda a la fuente
Según la tradición se debe arrojar una moneda a la fuente, siempre de espaldas y por encima del hombro derecho, para asegurarse un próximo regreso a Roma. Si se arrojan dos monedas es probable incluso encontrar el amor en esta ciudad mágica, y con tres la boda está garantizada, aunque según la versión que se explica en otra famosa película rodada en Roma (Three Coins in the Fountain, de 1953), la tercer amoneda nos llevará a la ruptura con nuestra pareja.
Se estima que se arrojan unos 3000 € diarios a la Fontana di Trevi, es decir, cerca de un millón de euros al año. Este dinero se recoge cada noche y se destina a obras sociales, aunque regularmente aparecen en la prensa disparatados planes e intentos de robar las monedas de la fuente.
Direccion
Piazza di Trevi. 00187, Roma
Como llegar
En Metro: Estación Barberini, línea A (roja)