¡Atención turistas! No es nuestra intención alarmarte ni disuadirte de tus planes de visitar Roma, una de las ciudades más maravillosas del mundo, pero lo cierto es que la situación económica de la capital italiana está al borde del colapso y los nervios a flor de piel. Tanto es así que el alcalde de Roma, Ignazio Marino, amenazó con bloquear las calles si el Gobierno nacional no interviene para salvar el presupuesto de la ciudad en quiebra.
Parece ser que a partir del 1 de marzo las arcas municipales de la ciudad eterna se quedarán sin fondos y no habrá dinero para pagar el salario de sus 25.000 funcionarios, para comprar combustible para el transporte público, ni tampoco para la limpieza de la ciudad o el mantenimiento de los jardines. No es precisamente el mejor escenario para un turista que quiere descubrir las maravillas de Roma.
Pero el asunto es mucho más grave. No solo va a dar una mala imagen de la ciudad y perjudicará el turismo sino que pondrá en riesgo la celebración de las ceremonias de canonización de dos papas, Juan Pablo II y Juan XXIII, planeadas para el 27 de abril en un acontecimiento a escala mundial.
Como medida de protesta y presión para recibir financiación urgente, el alcalde Marino proyecta (no es broma) a partir del próximo domingo 2 de marzo cerrar el acceso a las calles de la ciudad a los medios de transporte público y particular. Si en el tráfico romano el caos es la norma, no queremos ni imaginar cómo será la situación de llegar a estos extremos.
No cabe duda de que el que la prensa italiana llama ya «El rescate de Roma» se ha convertido en la principal preocupación y prioridad número uno del nuevo primer ministro de Italia, Matteo Renzi. Por si acaso, espera unos días antes de reservar tus vuelos y hoteles, a ver cómo se arregla el asunto.