Es uno de los museos de Roma menos conocidos y sin embargo se trata de una visita apasionante, en especial para los amantes de la música: el Museo Nacional de Instrumentos Musicales.
El museo consta de varios fondos, el mayor de ellos es la colección que el tenor Evan Gorga (1865-1957) donó a su muerte. Gorga era un amante del coleccionismo y en su espectacular colección privada había algunos instrumentos musicales que eran auténticas joyas y fueron a parar aquí porque debido a las dificultades económicas y problemas de espacio en su casa, se vio obligado a deshacerse de muchos de ellos.
Después de muchos vicisitudes, debido principalmente a las dificultades para encontrar una sede estable de exposición, la colección fue finalmente reunida en un museo instituido en 1974 en Roma por iniciativa de Luisa Cervelli, que fue la directora del Museo de Instrumentos Musicales hasta ser sucedido por Antonio Latanza, el actual director.
Durante este periodo el museo ha ampliado su colección con nuevos tesoros, como un arpa Barberini del siglo XVII y un piano que perteneció a Bartolomeo Cristofori.
En la actualidad, el patrimonio del museo comprende alrededor de 3.000 piezas. Una tercera parte está expuesta en las 18 salas de la primera planta, las restantes se reparten entre la segunda planta y el almacén.
Además de los instrumentos clásicos de la música occidental la colección incluye una sección dedicada a los instrumentos de las culturas antiguas (egipcios, griegos, romanos) y uno de los instrumentos de los países no europeos (China, Japón, Laos, India, Arabia, Turquía, Persia, América , Africa, Oceanía), además de una interesante sección dedicada a instrumentos raros.