Galería Borghese

El arte está presente en todos los rincones de Roma, en las plazas y calles, en sus monumentos y por supuesto también en sus fabulosos museos. Uno de los más destacados y reconocidos mundialmente es la Galería Borghese, situado en los jardines de Villa Borghese, el gran pulmón verde de la Ciudad Eterna.

Si hoy podemos disfrutar de esta maravillosa pinacoteca es gracias al cardenal Scipione Borghese, uno de los mecenas del Renacimiento italiano que dedicó parte de su vida a reunir una gigantesca y valiosa colección de obras de arte.

La visita a la Galería Borghese resulta muy cómoda y agradable, ya que su distribución compacta en dos plantas hace que podamos contemplar todas las obras que allí se conservan de manera muy ordenada y amena. En un par de horitas habremos visto todo, aunque habrá quien no se canse de admirar tanta belleza y necesite volver.

En la planta superior se ubica una gran pinacoteca en la que se exponen algunas obras de artistas de gran renombre, como Tiziano, Rafael, Caravaggio, Rubens o Botticelli; la planta principal está dedicada a las antigüedades clásicas, desde llamativos mosaicos romanos a bellas esculturas clásicas griegas.

En los muros y techos frescos renacentistas y, como leiv motiv del museo, las obras de Gian Lorenzo Bernini, el artista favorito del cardenal Scipione, que apadrinó su obra. Como agradecimiento a su apoyo, el gran escultor barroco dedicó un retrato al religioso, que también se expone aquí.

La visita es imprescindible, por eso se suelen formar largas colas a al entrada. Para evitarlas, lo mejor es adquirir la entrada por anticipado reservándola a través de la web del propio museo.

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