Como buen pueblo mediterráneo, el italiano es también muy supersticioso. Cuando viajes a Roma te será muy útil conocer algunas de estas supersticiones, que nos pueden aclarar algún que otro malentendido y ayudarnos a entender a los habitantes de la capital italiana. Algunas de ellas se parecen a las nuestras, otras no.
Por ejemplo, a un español no le sorprenderá que también le digan en Roma que vaya con cuidado con las escobas: si le barren los pies, no encontrará nunca su pareja ideal, o que tendremos mala suerte si se cruza un gato negro en nuestro camino, sin embargo en Italia van más allá: presenciar un estornudo de gato nos puede acarrear todo tipo de desdichas. Como nosotros, los italianos tratan de repeler la mala suerte haciendo el símbolo de los cuernos con la mano y señalando al suelo. Sin embargo, ellos no tocan madera, sino hierro.
Más sorprendente nos resultará saber que en la Ciudad Eterna está muy mal visto dejar un sombrero sobre la cama, pues recuerda a la imagen del sacerdote que visita a los enfermos en su lecho de muerte para recibir sus confesiones finales. Antiguamente el sacerdote se quitaba el sombrero y lo ponía sobre la cama antes de iniciar el ritual.
Una gran diferencia es que, al contrario del resto del mundo, el número 13 se considera afortunado en Italia. Se asocia a la Gran Diosa, la fertilidad y los ciclos lunares, y atrae la prosperidad y la vida. Si buscas un número maldito en Roma ese es el 17, en el que el 1 representa a un ahorcado y el 7 a la horca. ¡Recuérdalo cuando te den la habitación en el hotel!