Si en tu viaje a Roma te quedan ganas de salir por la noche después de un día intenso de visitas a iglesias, fuentes, plazas y monumentos, te encontrarás con mil y una opciones de pasarlo bien, desde tranquilas veladas hasta locas noches dignas de la Dolce Vita romana.
Y es que la capital romana tiene una atmósfera alegre y abierta que invita a vivir en la calle. Todo empieza a la hora del aperitivo, una costumbre muy arraigada entre los italianos que consiste en tomar un pequeño tentempié a última hora de la tarde que puede sustituir a la cena. La mayoría de cafés y bares lo ofrecen: un bocado rápido y una copa de vino para empezar la noche.
La variedad de locales nocturnos en la Ciudad Eterna es enorme: son muy famosos los locales donde se sirven elaborados cócteles de exóticos nombres, con una larguísima carta de bebidas. También son muy populares los wine bars, establecimientos son bares dedicados exclusivamente al vino, allí podrás catar la gran variedad de vinos italianos. Hay muchos repartidos por la zona del centro.
A partir de la medianoche empiezan a llenarse las discotecas, más o menos hasta las 4 de la madrugada. De nuevo la oferta es enorme y variada. Es imposible hacer una lista de todas ellas, pero vale la pena destacar las más grandes y famosas como por ejemplo Goa (Via Libetta, 13), La Maison (Vicolo dei Granari, muy cerca de la Piazza Navona), Piper (Via Tagliamento 9) o Akab, en el corazón del Testaccio. En todas ellas la entrada oscila entre 25 y 30 euros.
Lo mejor en cualquier caso es lanzarse a descubrir la noche romana con el espíritu aventurero de un explorador. La diversión está asegurada.