Esta es la Roma auténtica, la que está al otro lado del Tïber, pero muchos turistas ya lo saben y por eso su encanto se encuentra muchas veces deslucido. Sin embargo, existen aun muchos rincones secretos en el Trastevere. Nosotros te apuntamos algunos de ellos, pero que no corra la voz, queremos que sigan siendo un secreto entre nosotros.
Todos conocen la plaza de Santa Maria in Trastevere y su iglesia, pero menos son los que saben de la existencia de la Piazza Trilussa, junto al río, punto de encuentro de universitarios y jóvenes, además de uno de los lugares de moda para tomar el aperitivo (el italiano, antes de la cena). Un buen sitio para empezar nuestra ruta secreta por este barrio.
Si de museos se trata, en Roma hay muchos, pero ninguno con el encanto de Villa Farnesina, otra deliciosa estrella del Trastevere. Es cierto que no es precisamente desconocido, pero suele quedar al final de la lista de lugares que visitar en la Ciudad Eterna, lo cual es un tremendo error.Un motivo: es el único sitio donde admirar La Galatea de Rafael.
¿Y la gastronomía? La oferta culinaria en el Trastevere es amplia, aunque trufada de «trampas para turistas». La mejor manera de acertar es acudir a Piazza Rizzi, a los restaurantes frecuentados por los propios romanos, y pedir lo que ellos comen.
Después de comer o cenar, un paseo para facilitar la digestión por el encantador Orto botánico, que forma parte de los terrenos propiedad de la universidad de La Sapienza. Un encantador y relajante tour entre nenúfares, estanques, palmeras, escalinatas de piedra y esculturas, además de su fabuloso jardín japonés.