Después de la retirada por parte del ayuntamiento de los famosos candados del amor del Puente Milvio, la ciudad de Roma se quedó sin uno de sus rincones románticos más famosos. Un motivo de tristeza tanto para romanos como para turistas. ¡Sobre todo los que visitaban a la Ciudad Eterna en su viaje de novios!
Pero ya se sabe que no se pueden poner barreras al amor y la gente se las ingenia para encontrar algún sitio donde colgar sus lucchetti, los clásicos candados de amor. El último sitio de moda es el Puente Regina Margherita, por el que muchos cruzan el Tíber rumbo a la Piazza del Popolo.
Bueno, el lugar elegido no está nada más, no en vano se trata de uno de los puentes más elegantes de la capital italiana. Fue diseñado por el arquitecto Angelo Vescovali y construido entre los años 1886 y 1891. Debe su nombre a que fue dedicado a la reina Margarita de Saboya, la primera reina de Italia (y a la que debemos la pizza margherita, aunque esa es otra historia).
Se creó para establecer una conexión directa entre el barrio de Prati y la Piazza del Popolo, y fue además el primero construido en ladrillo sobre el Tíber, después de muchos siglos. Tiene tres arcos de mampostería cubiertas de travertino y está a unos 110 metros de largo. Esperemos que sea lo suficientemente resistente para soportar el peso de millones de candados, aunque no dispone de tantas estructuras metálicas como el Puente Milvio, y no acabe como él.
De momento, apunta esta dirección como el nuevo punto de encuentro para los enamorados y las parejas en la ciudad del amor.