Palatino

Si en tu viaje a la Ciudad Eterna lo que quieres es dar un hermoso paseo por la historia más antigua de Roma tienes que visitar el Monte Palatino, la más céntrica de las siete colinas de la ciudad y el sitio que los estudiosos consideran como la verdadera cuna de la civilización romana, ya que hay evidencias de que este lugar estuvo habitado ya hace tres mil años.

Se trata de un lugar muy extenso, ideal para recorrerlo con calma. Junto con el Foro Romano, nos ofrece la mejor visión y un acercamiento privilegiado al mundo de la Antigua Roma.

Dice la leyenda que fue aquí donde vivió la Luperca, la mítica Loba que amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de la ciudad. En todo caso, podríamos decir que el Palatino es un gran museo al aire libre que además puede visitarse con un billete combinado que también nos sirve para entrar en el Coliseo y el Foro.

Entre los numerosos restos de edificios y monumentos de la antigua Roma, destacan en especial los de la época republicana, cuando las familias más adineradas construyeron aquí sus residencias. Estos son los más destacados:

• La Casa de Augusto, la residencia de Octavio, el fundador del Imperio, que todavía conserva la mayor parte de los magnífico frescos que decoraban sus muros.
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• Casa de Livia, esposa de Octavio. Sin duda el mejor conservado de los edificios del Palatino.
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• Domus Flavia, un suntuoso palacio construido  por encargo del emperador Domiciano en el año 81 d.C.
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• Jardines Farnesianos, levantados en la época barroca sobre las ruinas del Palacio de Tiberio.
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• Hipódromo de Domiciano, un espacio abierto que, a pesar de su nombre, no pudo acoger carreras de carros. El verdadero hipódromo que construyó Domiciano es la actual Plaza Navona.

Para hacernos una idea de lo que este lugar representa en la historia de la ciudad lo ideal es visitar el Museo Palatino: donde se exponen esculturas, frescos, mosaicos y otros hallazgos realizados durante las excavaciones llevadas a cabo en este yacimiento.