De todos los edificios de la época antigua que quedan en pie en Roma, el Panteón de Agripa es sin duda el mejor conservado. Su gran seña de identidad: un gran agujero redondo en el techo del edificio, en el centro de la cúpula. El oculus, por el que entran los rayos del sol llenando el interior del edificio con una fascinante luz mística.
Por sorprendente que parezca, este elegante edificio circular tiene nada menos que dos mil años de antigüedad. El original fue construido por Agripa, estrecho amigo y compañero de batallas del emperador Octavio Augusto, quien lo dedicó a todos los dioses (la palabra panteón significa «templo de todos los dioses»).
Sin embargo, el edificio que hoy vemos es una reconstrucción de tiempos del emperador Adriano, un siglo posterior, ya que el original fue arrasado por un incendio. Ya en la época cristiana, el Panteón fue reconvertido en iglesia, razón por la cual ha llegado hasta nosotros en tan buen estado.
Aunque el Panteón de Agripa posee una hermosa fachada exterior, es por dentro donde el edificio resulta más fascinante. El motivo es la luz que entra por la abertura del techo, dotando el espacio interior de una atmósfera muy especial. Las grandes dimensiones de la cúpula (43,3 metros de diámetro, la mayor cúpula de hormigón en masa del mundo), junto al original recurso del oculus, son un magistral ejemplo del genio arquitectónico de los antiguos romanos. Como lo describiría el mismísimo Miguel Ángel siglos después: «un diseño de ángeles, no de humanos»
En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de los reyes de Italia, de artistas como Rafael y numerosas obras de arte. Además, este impresionante monumento se ubica en una de las zonas más animadas de la Ciudad Eterna, llena de bares, restaurantes, comercios y gente.
Plano de ubicación
Horario
Abierto todos los días de 8:30 a 19:30 horas (los domingos cierra una hora antes)
Precio
Entrada gratuita
Direccion
Piazza della Rotonda
Como llegar
En Metro: Barberini, línea A (naranja).