Plaza de España

Sin duda uno de los lugares más animados de Roma y más fotografiado por los turistas es la bella Plaza de España, llamada así porque desde el siglo XVII se encuentra ubicada aquí la embajada española en la Santa Sede. Su fantástica escalinata, su ambiente y su ubicación céntrica hacen de ella uno de los lugares más hermosos de la capital italiana.

Plaza de España

La célebre escalinata fue inaugurada por el papa Benedicto XIII en el año 1725. Está construida en mármol travertino con 135 escalones que unen la embajada española con la iglesia Trinità dei Monti, cuya soberbia silueta domina toda la plaza. Fue diseñada por Alessandro Specchi y Fransisco De Sanctis y financiada su construcción por la Casa de los Borbones franceses, que en aquellos tiempos eran de las familias más ricas de occidente.

La plaza ha sido restaurada en varias ocasiones (la última vez en el año 1995) y hoy luce un aspecto soberbio, sobre todo en primavera y verano, decorado con hermosas terrazas y jardines, lo que la convierte en uno de los lugares favoritos en la ciudad tanto para turistas como para los propios romanos.

Además, la Plaza de España está situada en una de las mejores zonas comerciales de Roma, en la confluencia de la Via dei Condotti, la Via Frattina y la Via del Babuino. Es un buen lugar para reservar cualquiera de los hoteles en Roma que podemos encontrar por ahí.

Fontana della Barcaccia

A los pies de la escalinata se encuentra la Fontana della Barcaccia, de estilo barroco inaugurada en 1627, llamada así por su semejanza con un barco. De hecho su autor, el genial Gian Lorenzo Bernini, se inspiró en la llamativa aparición de una nave en la plaza a causa de la inundación del Tíber en 1598.

La obra fue encargada por Urbano VIII y se llevo adelante con dificultades técnicas que fueron superadas para lograr el fluido de agua por la popa y la proa del barco. Hoy esta fuente es una de las señas de identidad de la plaza y el punto de encuentro de la gente joven.