La Plaza del Popolo (piazza del Popolo) es el lugar donde convergen las tres calles más importantes de Roma: la Via del Babuino, la Via di Ripetta y la famosa Via del Corso. Aquí estuvo una de las grandes puertas de entrada a la ciudad en la época del Imperio Romano aunque su aspecto actual se lo debemos al arquitecto Giuseppe Valadier que remodeló la plaza en 1823 con elementos urbanos de estilo neoclásico.
Todas las miradas de los visitantes que llegan a la Plaza del Popolo se posan inevitablemente en el enorme obelisco situado en el centro de la plaza. Es el Obelisco Flaminio, en realidad un obelisco egipcio dedicado al faraón Ramsés II que vino a parar a la ciudad hace dos mil años cuando lo trajo consigo en emperador Octavio. En aquella época fue erigido en el Circo Máximo.
En algún momento de la Edad Media esta mole de piedra fue seccionada en dos bloques y guardada bajo tierra. Tras ser redescubierto en el siglo XVI, fue reubicado en esta plaza en el mismo lugar que ahora lo vemos.
Si llegamos a la plaza desde la Via Flaminia nos encontramos de frente con la Porta del Popolo, diseñada por Bernini, aunque el edificio más destacado es la magnífica Iglesia de Santa Maria del Popolo, un templo medieval reformado magistralmente de nuevo por Bernini a instancias del Papa Alejandro VII. Su interior alberga hermosas pinturas de Caravaggio y Pinturicchio.
Además de ser un espacio urbano elegante y espacioso, la Plaza del Popolo es muy querida por los romanos (por algo su nombre significa «la plaza del pueblo»), que se dan cita aquí cada 31 de diciembre por la noche para recibir el año nuevo en medio de un ambiente festivo único en la ciudad.
Direccion
Al norte de la ciudad, al final de la Via di Ripetta
Como llegar
En Metro: Línea A, estación Flaminio- Piazza del Popolo En Tranvía: Línea 2, parada Flaminio