Ha sido una compleja obra que ha durado dos años y ha costado cerca de 180.000 euros. El Obelisco que corona la famosa Fuente de los Cuatro Ríos en la Plaza Navona, severamente degradado a causa de la contaminación. Bernini, el genio inmortal del siglo XVII que diseñó y levantó esta obra, puede descansar tranquilo.
Fue la Fundación Paola Droghetti la que ha dirigido esta campaña de intervenciones para preservar el patrimonio de la ciudad de Roma, que empezó a ejecutar en el año 2006. Este es su último trabajo: el obelisco egipcio cuya superficie, tras 360 años de vida al aire libre, había alcanzado un estado de degradación muy preocupante.
Los turistas han debido notar que algo faltaba en la siempre animada y elegante Plaza Navona. Era el famoso obelisco que, en cinco fragmentos, fue trasladado desde orillas del Nilo hasta la Ciudad Eterna y, ya en la época barroca,movido hasta aquí desde su antigua ubicación en las ruinas en el Circo de Majencio.
Había dudas sobre la capacidad de los restauradores para reconstruir correctamente el obelisco, pero una vez reubicado todos coinciden en que el resultado es más que correcto. El obelisco ha sido reinstalado atendiendo a las observaciones con documentos históricos y la lectura detallada de los estudiosos de Bernini.
Por fortuna, los restauradores del siglo XXI cuentan con más medios que el genial arquitecto y escultor renacentista, que han podido medir el eje sobre el que debe asentarse sobre la Fontana del Quattro Fiumi con una perfección minuciosa, para que los visitantes y los mismos romanos podamos seguir disfrutándolo.