Santa Maria in Cosmedin – Bocca della Veritá

Santa Maria in Cosmedin es una de las grandes iglesias medievales de Roma. Data del siglo VI y también fue llamada Schola Graeca, al estar ubicada cerca de las principales estructuras bizantinas de la ciudad. De hecho, una de las calles cercanas todavía conserva el nombre de Via della Grecca, mientras que el nombre de Cosmedin proviene a su vez del vocablo griego Kosmidion, que significa «bello».

A pesar de su actual aspecto sencillo y austero, esta basílica tuvo una importancia capital durante toda la etapa medieval. En ella fueron elegidos tres Papas. Además, este edificio fue una de las residencias oficiales del Sumo Pontífice durante siglos.

Sufrió un serio deterioro hasta que a finales del siglo XVIII fue restaurada y decorada con elementos barrocos. De los tesoros que debió contener en su época dorada apenas quedan hoy el trono del obispo, fragmentos de los ricos mosaicos que decoraron el suelo y una curiosa reliquia: el cráneo de San Valentín, patrón de los enamorados.

Es muy recomendable visitar la sobrecogedora cripta donde se guardan en nichos los restos de los peregrinos así como el elegante campanario románico anexo a la iglesia.

La Bocca della Verita.

Con todo, lo que más fama ha dado a la basílica de Santa Maria in Cosmedin es la famosa Bocca della Verita (la boca de la verdad), un enorme disco de mármol en forma de máscara que se abre en uno de los muros exteriores de la iglesia.

Dice la leyenda que si se introduce la mano derecha mientras se dice una mentira la boca se cerrará y el mentiroso se quedará allí atrapado para siempre. Este curioso lugar es bien conocido por los admiradores de la película Vacaciones en Roma por la mítica escena en la que Gregory Peck simula haberse quedado atrapado ante la mirada espantada de Audrey Hepburn.

Sobra decir que a cualquier hora encontraremos turistas fotografiándose con la mano metida dentro de la boca de la verdad.