No es nada nuevo: allá donde hay turistas, hay también timos, estafas y trampas para turistas. Sin embargo, Italia en general y Roma en particular tienen una fama muy mala en este aspecto. ¿Se trata de una fama justificada o son simples exageraciones?
La capital italiana recibe cada año recibe unos 25 millones de visitantes y muchos de ellos son víctimas de la truffa, como la llaman los italianos, un timo «suave» de dimensiones moderadas que suele ser asumible por quien la recibe. En muchas ocasiones, para no discutir durante las vacaciones, muchos prefieren ignorarlo, aunque no siempre es posible.
Hay casos documentados, no leyendas urbanas, de timos escandalosos, como el de una pareja de japoneses que en el verano de 2009 viajaron a la Ciudad Eterna y se sentaron a comer en uno de los más famosos restaurantes de Piazza Navona. Por dos almuerzos completos con vino y agua les trajeron una cuenta de 579,50 euros que, más la «propina» que añadió el dueño a la hora de pasar la tarjeta de crédito, subió a más de 650 €.
El caso fue sonado y acabó con la denuncia de los turistas y un estigma para siempre para el restaurante en cuestión: Il Passetto (toma nota cuando viajes a Roma). Y sin embargo no es el caso más espectacular: en enero de 2006, a un turista (de nuevo japonés) llegó a que se sentó en un pub próximo a Via Veneto le cobraron 990 euros por una cerveza.
Son casos que avergüenzan al sector turístico romano y que en los últimos años las autoridades están persiguiendo con especial celo. A pesar de todo, mejor revisar la cuenta del restaurante con lupa cuando viajemos a Roma.