Disfrutar de lo mejor de Roma en un tour en bicicleta, descubriendo sus antiguos monumentos, sus grandes vías comerciales, todas sus viejas iglesias y hermosas fuentes. Y por qué no, además de algunas plazas escondidas y callejones que son menos comunes entre los turistas. Una maravillosa idea de descubrir los tesoros de la Ciudad Eterna.
La mayoría de las rutas de bicicleta tienen un acceso muy limitado al tráfico, lo cual es perfecto para disfrutar de un paseo por la ciudad seguro y relajado, lejos del infernal tráfico romano, deteniéndose de vez en cuando para hacer fotos o para disfrutar de un capuchino o un helado.
No es una actividad recomendad para el verano (en Roma puede llegar a hacer mucho calor) pero sí para el resto del año, porque el invierno en la capital de Italia es mediterráneo y suave, salvo algún que otro día frío.
Si no te atreves a lanzarte al corazón de Roma por ti mismo siempre puedes recurrir a los servicios de un guía especializado, un experto cicerone capaz de guiarnos por los rincones de una ciudad donde cada plaza abierta es un descubrimiento, cada callejón es una sorpresa y hay un encuentro inesperado en cada esquina.
En este tipo de tours guiados el precio incluye el alquiler de la bici, el casco de seguridad, un plano de la ruta y, si hay necesidad, un impermeable para la lluvia. El almuerzo y las propinas corren a cargo del cliente, claro.