El Vaticano ha sido siempre un importante foco de peregrinación para los católicos de todo el mundo, pero la llegada a la Santa Sede del Papa Francisco ha desatado una auténtica riada humana a la Ciudad Eterna en la que no todos son devotos creyentes, también hay muchos curiosos y simples admiradores del nuevo pontífice. Es el «efecto Francisco» sobre en turismo en Roma.
Las cifras oficiales reflejan un notable crecimiento del turismo en la ciudad de Roma en 2013, un incremento de más del 5% que se traduce en unos 700.000 turistas más en la capital italiana.
El punto de inflexión se dio en una fecha concreta: el 13 de marzo, el día de la fumata blanca, cuando fue elegido el nuevo y carismático Papa. Desde entonces más de un millón y medio de turistas han asistido a las 30 audiencias generales del año pasado, casi tres millones al rezo del Angelus y Regina Coeli, y otros tantos repartidos entre las otras audiencias especiales, misas y celebraciones litúrgicas.
También los Museos Vaticanos se han visto beneficiados por el «efecto Francisco», con un aumento de visitantes de hasta el 30%. Impresionante.
Las autoridades turísticas de Roma ya se frotan las manos ante las buenas perspectivas de este año. Se prevé que más turistas lleguen en la semana de Pascua y para las canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II que atraerán un inmenso número de católicos de todo el mundo. No será desde luego el mejor momento para viajar a Roma, a no ser que te gusten las colas y las aglomeraciones.